Según Wikipedia, el silicio es el segundo elemento más abundante en la cáscara de la tierra, basado en la fracción de masa (ppmw), después del oxígeno. El silicio es un semimetal y un semiconductor de elemento.
El silicio elemental se puede obtener a escala de laboratorio por reducción, a partir de dióxido de silicio o tetrafluoruro de silicio, con metales básicos. Se utiliza preferentemente en metalurgia, fotovoltaica (células solares) y microelectrónica (semiconductores, chips de computadora).
El silicio disponible comercialmente es polvo de grano fino o piezas individuales y grandes. El silicio de alta pureza para su uso en módulos solares o componentes semiconductores generalmente se produce en forma de rodajas delgadas de cristales individuales, las llamadas obleas de silicio. Sin embargo, solo hay un puñado de empresas en el mundo que producen silicio crudo porque los costos de la inversión inicial y los largos tiempos de construcción de los hornos necesarios son bastante altos.
¿Por qué es tan interesante el silicio?
Al igual que el carbono, el silicio también forma redes bidimensionales que tienen solo una capa atómica de espesor. Al igual que el grafeno, tiene propiedades optoelectrónicas sobresalientes y, por lo tanto, podría usarse en nanoelectrónica, como pantallas flexibles.
Ahora, por primera vez, los investigadores de la Cátedra de Química Macromolecular de Munich han logrado incrustar las nanoláminas de silicio en plástico y, por lo tanto, protegerlas de la descomposición. Al mismo tiempo, las nanoláminas se modifican en el mismo paso y, por lo tanto, se protegen contra la oxidación. Es el primer nanocompuesto basado en nanoláminas de silicio que es resistente a los rayos UV y fácil de procesar. Se puede encontrar más información sobre el éxito de esta investigación en el sitio web de TUM.